26 de abril de 2010

Una mirada nacional sobre el canon literario

Fragmento de Ojo Travieso del Blog de Lilian Elphick


Traicionando nuestro texto. Desafíos feministas al canon literario.

Lillian Robinson.[1]


Robinson parte de la premisa de que el canon literario es básicamente masculino y falocéntrico, donde la mujer escritora (se refiere principalmente a escritoras inglesas y norteamericanas) ha sido sistemáticamente excluida u olvidada, y en cuyo imaginario se puede detectar su ‘pasividad’ y ‘victimización’. Como contradice Robinson, la mujer no es “imagen”, es un agente activo.


“Desde hace más de una década, las estudiosas feministas han llamado la atención sobre el abandono, en apariencia sistemático, de la experiencia de las mujeres en el canon literario, abandono que se manifiesta en la lectura distorsionada de las pocas escritoras reconocidas y en la exclusión de las otras.” (Ibíd:117).


Parte de la crítica feminista ha hecho esfuerzos para incorporar “las obras de mujeres al canon establecido. […] Consiste el caso en demostrar que a una autora ya reconocida le ha sido negado su lugar legítimo, es de presumir que debido al poco valor que por lo común se concede a los sujetos femeninos y a sus esfuerzos.” Sin embargo, para la autora, “este acercamiento no cuestiona la noción misma del canon.” (Ibíd:122).


Robinson evidencia el surgimiento de “un contra-canon femenino formado por integrantes que eran en gran parte inasequibles hace tan sólo una docena de años” (Ibíd:123), como alternativa a la tradición masculina hegemónica, y que vendría a desmentir la idea de que “no ha habido mucha literatura seria escrita por mujeres.” (Ibíd: 124). (Mi cursiva).


Se puede hacer una analogía entre lo “serio” y lo “no-serio” con la literatura y la sub- literatura o literatura popular. Véase al respecto la opinión de I. Even-Zohar. (1).


Siguiendo con este punto, Robinson precisa que el feminismo erudito se ha preocupado de analizar y revisar textos ‘menores’ escritos por mujeres, v.g., “cartas, diarios, periódicos, autobiografías, historias orales y poesía privada, […] como prueba de la conciencia de las mujeres y de su expresión.” (Ibíd:135).


La crítica feminista, agrega la autora, reconoce que “las condiciones que dieron a muchas mujeres el ímpetu de escribir son precisamente las mismas que no hicieron posible que su cultura las definiera como escritoras.” (Ibíd:135).Es importante para la autora la visibilidad y reconocimiento de una tradición femenina y confrontar “‘el’ canon, examinándolo como una fuente de ideas, temas, motivos y mitos sobre ambos sexos.” Los estudios feministas, señala, “no sólo pueden plantearse mediante el valor manifiesto de la obras de las mujeres”, sino que también abocarse al estudio y análisis de problemas “tales como la eterna verdad de los criterios heredados de grandeza o incluso calidad.” (Ibíd:137).


*Desde una mirada latinoamericana, Darcie Doll Castillo[2], propone una diferencia entre tradición y genealogía en la escritura de mujeres, prefiriendo este último concepto (extraído de Foucault (2)):[…] “un primer paso es el trabajo por construir un corpus que recupere las escrituras de mujeres, - que es también construir un canon -, y establecer genealogías de mujeres escritoras.”


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14 de abril de 2010

Clase Viernes 16

La clase correspondiente al viernes 16 de abril se realizará de 08:00 a 09:30 de la mañana en la sala 324

Favor difundir.

Contenidos:
- Hamblet de William Shakespeare
- Hamlet Machine de Heiner Müller

Medea y el caso de Jeannette Hernández: La ruta de la sangre POR DIAMELA ELTIT

Medea y el caso de Jeannette Hernández: La ruta de la sangrePOR DIAMELA ELTIT


Resulta impactante observar cómo ciertas ficciones -míticas o literarias- son capaces de re-producir realidad y más aún, pueden proporcionar instrumentos para analizar y hasta comprender los engranajes de situaciones fundadas en trasgresiones difíciles de tolerar por el conjunto de la sociedad.Desde esta perspectiva, la literatura griega es un espacio privilegiado para pensar las zonas más intrincadas o revueltas que conforman la naturaleza humana. Esos espacios en donde el sentido común se contamina y se enferma ante la fuerza incontrolable de los sentimientos más primitivos, o bien donde el ejercicio del poder adquiere un halo maligno que profana y destruye.

El antiguo mundo griego fue el que pensó las ciudades y puso en marcha una forma inédita y radical de democracia. Pero también entendió el teatro (la dramaturgia y la representación) como un poderoso dispositivo estético-político que aunaba a sus ciudadanos. Esa experiencia teatral -fundacional y fundamental- fue la que legó la cultura griega al mundo occidental a través de un conjunto magistral de textos que no han perdido un átomo de vigencia.

PARA LOS IMAGINARIOS SOCIALES EL CRIMEN COMETIDO POR JEANNETTE HERNÁNDEZ RESULTA MONSTRUOSO, Y DESDE LUEGO LO ES. PERO YA SABEMOS QUE LAS MADRES EN TODAS PARTES DEL MUNDO SEGUIRÁN MATANDO A SUS HIJOS, SUMIDAS EN OSCURAS, COMPLEJAS Y MÚLTIPLES SIGNIFICACIONES. CONTINUARÁN MATANDO A SUS HIJOS PORQUE ESA MEDEA ESCRITA POR EURÍPIDES EN EL SIGLO V A.C. AÚN NO CONCLUYE DE ELABORAR EL RENCOR QUE LE INSPIRA SU SUBORDINACIÓN, DESPERTENENCIA Y DESARRAIGO.

La gran tragedia griega, plagada de divinidades y derrumbes, puso de manifiesto que el drama por excelencia lo constituye la tragedia familiar, y desde ese abismo se desprenden sus personajes más tormentosos y conflictivos, como Edipo, el esposo de su propia madre, el asesino de su padre, y la brillante pero subordinada Medea, que se venga del abandono de su esposo mediante un conjunto de cruentos crímenes que incluyen a sus dos hijos.

Los asesinatos, las traiciones y las trasgresiones familiares tocan los puntos más sensibles de la comunidad. Perturban, porque en cada persona yace incubado el horror a que se desencadene una tragedia irreversible que horade y destruya todo el porvenir de sus lazos familiares. Porque la familia es la primera unidad social, un espacio en el cual se generan, ocurren y transcurren los indispensables afectos pero también los más dramáticos desafectos
Pero las tragedias (familiares) ya no se representan en la polis griega, sino que hoy están alojadas en la crónica policial. Forman parte de los espacios delictuales que horrorizan a la ciudadanía que ven en la página roja (de sangre) los excesos familiares.

Jeannette Hernández aparentemente (en la medida que el juicio aún no concluye) mató a su pequeño hijo y dejó gravemente herido a su otro hijo adolescente. Los noticiarios que cubren profusamente el juicio se refieren al “síndrome Medea” para referirse a la peluquera Hernández. Y tienen razón en la medida que Medea, uno de los personajes más poderosos generados por el teatro griego, la inteligente esposa de Jasón, urde un plan fino y definitivo para causar la muerte social de su oportunista esposo. Un esposo que la ha abandonado y ha ordenado su expulsión de la ciudad, utilizando con ella argumentos calculadores y retorcidos, para casarse con la hija del poderoso rey de Corinto.

La ira de la extranjera Medea, que ha sido cómplice y hasta artífice de los éxitos de Jasón y que es temida por sus reconocidas dotes intelectuales y su capacidad retórica, causa una destrucción de proporciones: mata al Rey, a la hija del rey y a sus propios hijos y luego huye en un carromato de fuego, dejando vivo a su esposo Jason, que ya no podrá ejercer el poder que deseaba después de esa desgracia inconmensurable.

La chilena Jeannette Hernández parece reescribir (teatralmente) una parte de ese guión denso y ultra destructivo. Pero lo reescribe en el siglo XXI con los cuerpos actualizados por las nuevas tecnologías y aún por la realidad globalizada que vivimos.

Pensando de manera somera, es posible examinar cómo la Tragedia Griega (con mayúscula) opera diluida hoy en la crónica policial chilena. Jeannette Hernández trabajaba en una peluquería que le pertenece a un transexual. Ese cuerpo en tensión con los signos centristas recuerda a Tiresias, el crucial personaje de Edipo Rey que, junto con ser vidente, ciego, es también hermafrodita. Pero quizás lo más relevante en esta tragedia local que nos recuerda a Medea, sea la figura de “La rancherita”, a quien el marido de Jeannette dedicaba parte importante de su tiempo y su energía para que ella “triunfara” en el mundo del espectáculo y se hiciera “famosa”.

Más aún, fue el marido de Jeannette el que diseñó la campaña para que la cantante se transformara -es un decir- en una “reina” del canto. El marido le confesó a su esposa Jeannette que había besado a “La rancherita” mientras seguía ideando estrategias para organizar su carrera a través de redes computacionales.
En ese contexto ocurrió la muerte del hijo menor de Jeannette y las severas lesiones que dejaron no sólo herido a su hijo mayor sino también con secuelas neurológicas irreversibles.

15 de marzo de 2010

Programa del Curso Literatura Universal I

Presentación Programa del curso: Descargar (actualizado)

Elegía al canon - 1' parte. Harold Bloom

Harold Bloom: Elegía al canon - 1º parte.

Antígona - Yuyachkani

Medea (la extranjera) TEATRO ATALAYA